3 de agosto de 2011

Y si te digo que tu eres el único por el que yo pondría la mano al fuego, no te miento. Más aún, créeme. Si te digo que tu eres por el que daría mi vida, no una, sino mil veces. Es que tu eres el que yo volvería a elegir si me dieran a elegir, y no es porque seas una obsesión, pero tu eres como el escape perfecto de la realidad. Es inevitable pensar que tu eres tan cálido como un veinte de diciembre, como también puedes ser tan frío como un quince de julio. Pero es imposible no quererte, porque tu tienes un amor que todo lo cura, y no cualquiera puede. Y quizás no necesite otro tipo de hombre, porque es en ti, que yo todo lo encuentro.

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